Do I wanna know? (Libre)

Mas que típico, era placentero tomar una ducha en los baños en vez de los baños de las habitaciones que siempre solían ser pequeños para sus alas, el agua bajaba por su abdomen, se acumulaba en su boca semi-abierta y finalmente salia como una pequeña fuente contra la pared, a la par que agitaba sus alas por el exceso de agua, su mano se estiro en un movimiento ya pensado a cerrar la llave, allí comenzó lo típico, secarse su nuca, vestirse con total paciencia, quizá una chaqueta abierta sin nada abajo a medio cerrar seria perfecto, unos jeans azules y deportivas con sus largos cabellos cayendo en sus hombros, sentándose en el mesón de estar apenas estuvo listo, rodando sus ojos con una ligera mueca en sus labios.

Su ceja se arqueo al escuchar un ruido, volteando a ver a varios chicos observar sus alas, allí recordó que no las había ocultado, volteándose desdeñoso, odioso a decir verdad, bajándose del mesón echando algunos mechones hacia atrás, quitándose la chaqueta para dejarlas ocultas bajo sus ropas, jamas le había molestado dejarlas al aire libre, pero con tantos chicos en el lugar, nuevos ingresos, mutantes jóvenes y algunos más jóvenes de los que deberían, no le gustaba mostrarlas por algún "Juego" de mal gusto, recostándose de una de las columnas a ver por la ventana, de cierto modo lo amaba, esa paz, el agua caer, no sabia el por que...Pero siempre le gustaba estar solo, aunque no fuera mucho con esa personalidad tan dada al compañerismo y de buen corazón que muchos solían presumir de él.

Tks... Chasqueo su lengua justo cuando alguien bloqueo la luz de la ventana donde estaba parado, subiendo su azul mirar, clavandola sin dejar algún escape a la persona, si algo tenia este hombre era una mirada penetrante, profunda y buscado de una verdad, pareciera que viera el alma de lo que tocase...Pero no venia al caso, tan solo se acerco a alejar a la persona y sentarse en el marco de la ventana a leer un pequeño poemario corto que le había dado su padre por si se aburría en aquel lugar...¡Y vaya que adivino! Pero tener que fingir ser una persona normal no era lo suyo, era un mutante y se sentía orgulloso de ello, cerrando sus ojos con calma a las horas, estando despierto, arrugando su ceño a la expectativa de algún movimiento o posible llamado para los X-Men